“Cuando nos sumergimos en esas historias dramáticas, sufrimos y disfrutamos a partes iguales, somos sado y masoquistas. Somos los escritores de nuestras propias historias, el otro o la otra es el segundo narrador, y juntos/as construimos una película llena de orgasmos infinitos, infiernos bañados en lágrimas, desencuentros y discusiones tormentosas, borracheras de amor, éxtasis líricos, felicidades absolutas, miedos y reproches, rotura de muros de contención, paraísos artificiales, estrategias de todos los colores, y ese nicontigonisinti que tanto nos excita”( Coral Herrera Gómez).
Cuando la persona que te interesa te dice que no le gusta tu forma de ser en pareja, te haces muchas preguntas. La mayoría de ellas no tienen respuesta pero lo que sí queda claro es que el destino ha decidido que no estáis hechos el uno para el otro y lo mejor es no insistir más.
Cuando pides un beso y no te lo dan, en una décima de segundo dejas de sentirte deseado, tu petición se convierte en una necesidad y la negativa en una mezcla entre rabia y despecho.
Cuando un cuento termina antes de ser contado, cuando el “The End” aparece en el primer minuto y cuando crees que se puede llegar a sufrir más de lo normal, lo mejor es retirarse a tiempo y esperar a que todo siga un orden lógico.
-Ut-