miércoles, 30 de septiembre de 2009

MAÑANA SERÁ OTRO DÍA

Hoy estoy tontorrón. Hay veces que estoy cansado de todo, no me apetece hablar con nadie y cuando busco el motivo real de mi apatía, no lo encuentro. Creo que soy afortunado, tengo un trabajo fijo, mi familia esta sana, mis sobrinos me dan la vida, estoy rodeado de muchos amigos que me quieren y me cuidan...pero hay algo que no acaba de encajar.

Me considero una persona divertida, simpática, alegre... me gusta bromear e incluso puedo llegar a resultar pesado. Me ilusiono por cualquier motivo, a veces parezco un niño. Pero muy en el fondo creo que soy una persona triste, la nostalgia me puede, el paso del tiempo me agobia, el sentir que sigo igual que cuando tenía 20 años, que nada ha cambiado. Mi casa se queda pequeña, las paredes me comen, así que siempre tengo la necesidad de estar fuera de ella, paseando, sentado en un banco observando a la gente... Siempre encuentro la excusa perfecta para estar ocupado.

Supongo que será el cambio estacional, este Otoño raro que ha llegado, el final de la jornada reducida en el trabajo, ver que la gente de mi alrededor tiene proyectos y vidas interesantes, será....

Bueno, como ya he dicho, hoy estoy tontorrón

Un saludo

Ut

2 comentarios:

  1. Desde luego que eres afortunado Ut, lo eres de ser como eres, como tú bien dices, una persona divertida, optimista, siempre de buen humor, detallista, al que todo el mundo adora...

    No eres triste, otra cosa es que de vez en cuando tu ánimo decaiga un poco porque esperas cambios en tu vida que no acaban de llegar,pero eso nos pasa a todos de vez en cuando.

    Espero que mañana esa nostalgia desaparezca y vuelva esa gracia que tanto nos divierte a los que estamos contigo.

    Un beso gordo

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  2. Ut, a todos nos pasa eso a veces. Hay días que nos levantamos así, otros que nos levantamos bien y con el paso de las horas acabamos desanimados.
    Yo, cuando me pasa eso, rompo con todas las obligaciones que me pongo, y decido hacer algo que me guste mucho, y que no sea complicado: irme al cine un día de entre semana, o comprarme dulces o helados, pegarme un siestorrón bueno, sentarme a leer un libro que me guste mucho, cualquier cosa de esas que yo llamo pequeños placeres y que habitualmente no entran dentro de mi esquema semanal.
    A veces me sirve, otras directamente me voy a la cama temprano, pensando que mañana será otro día. Y por suerte, casi siempre es otro día, y otra actitud mía.
    Besos

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